miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿Y... CÓMO ANDUVO LA COSECHA?

¡Me haría muy feliz que dejaran sus pareceres, sus balances, sus sensaciones, sus ideas!
Vamos, anímense.
Puertas abiertas...

sábado, 15 de diciembre de 2012

¡Cuántas cosas!

Va cerrando el año -para mí, el sábado que viene, mi cumple- y hay tanto para asimilar, entender, hacer balance. Tanto malo y tanto bueno.
Tanta comunicación y tanto desencuentro.
Odio, incomprensión, pero...
... pero tanto amor.
¡Tanto amor! Luz. Esperanzas. Caretas que caen, ollas podridas que se destapan. Dan mal olor, claro. Pero después... después viene el vendaval y se disipa la pestilencia.
Bueno, basta de tanto sentimentalismo, Ana Silvia.
Basta.
A odiar, se ha dicho...
¡Ji ji ji!



viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Qué esperamos?


¿Qué esperamos?
¿Que caiga una lluvia de guita
de placer
de poder?
¿Qué esperamos?
Obediencia
Sumisión
Soledad...
¿Amor incondicional?

¿Qué esperamos?
Cirugía en la comisura de los labios
para sonreír,
implantes lagrimales,
detector de broncas,
¿eso esperamos para querer
para protegernos,
para preservarnos?

¿Mucho tenemos que esperar
para VER y ESCUCHAR
al otro?

¿Qué CARAJO esperamos
PARA SER FELICES?

domingo, 25 de noviembre de 2012

Sobre el diario de los monos...

... Perdón, el diario de la corpo, de los monopolios.
Recomiendo con fervor la serie documental que está presentando el canal público sobre la historia de Clarín. Una vez más, perdón.

(hoy estoy perdonera, qué se le va a hacer)

domingo, 4 de noviembre de 2012

Michael Moore y una visión optimista de las elecciones

Nota de Michael Moore previa a las elecciones del martes. Interesante, ¿no?


Michael Moore en fb, 04 /11 / 12

No sé por qué, tengo una buena sensación con respecto al martes. ¿Hay alguien que me apoye en esto? Todavía contamos con unas 72 horas para hacer un trabajo en serio. Sin embargo, tengo la sensación de que la mayoría de los norteamericanos van a pronunciarse, para impedir que vuelva la primera década de este siglo. Pero... ¿quién sabe? Ya antes, mi optimismo ha sido derribado. Aunque, hay algo en el aire, ¿no? ¿Quién hubiera podido anticipar que la sorpresa de octubre vendría de parte de un republicano, que ayudaría a Obama? Lo irónico fue que la verdadera sorpresa la dio el cambio climático, que los republicanos niegan. Supongo que a la Madre Naturaleza le disgusta que no le crean, y por eso les dio a probar un poco del calentamiento global, en el que ellos no creen. Debe de ser raro que te derrote algo al que vos le negás existencia. ¿No dirías que es un poco psicótico?

Bueno, los cambios a contrarreloj están ahí nomás. Mucho que hacer, mañana. Voluntario: llamá, hablá con tus amigos y vecinos. Ahí está.

Y recordemos que el verdadero trabajo empieza el miércoles. Me gustaría ver un "cambio climático" en la actitud y en las políticas, para el 2° mandato.

sábado, 13 de octubre de 2012

ALMAS EN REMOJO


Almas en remojo

 
Pongamos las almas en remojo.

Como las barbas... pero duele más.

¿Te odio... o me odio?

¿O...?

¡Sí...! Es miedo.

Miedo.

Puro miedo.

De que me saques

de que me hieras

de que te acerques.

Por eso te odio:

porque te temo.

¿Y si te amo,

me amo?

A ver...

jueves, 13 de septiembre de 2012

Encontré esta bazofia en facebook



El día de hoy, 13 de setiembre de 2012, encontré esta porquería en facebook. Como lo tomé textual, lo puse entre comillas.  Abajo, después de las comillas, está mi intento de respuesta.

"Porhumor
JAJAJAJ BUEN DIA...UNA DEL DESAYUNO!!! — con Rosana Olejnik y 4 personas más.

"¿Cómo se desayuna en el Mundo?
* El yanki abre la heladera, saca 2 huevos, el tocino, prepara su café, huevos con jamón, desayuna y se va para el trabajo.
* El inglés abre la heladera, saca 2 huevos, los hierve 3 minutos, hace el té, desayuna y se va para el trabajo.
* El italiano abre  laheladera, saca 2 huevos, manteca, pan, prepara su capuccino, desayuna y se va para el trabajo.
* El argentino abre la heladera, se rasca los huevos, cierra la heladera, se toma unos mates, bosteza, vuelve a la cama un rato y después se va a cobrar la Asignación Universal por hijo."





Me llenan de pena y vergüenza los chistes clasistas. ¿Así que "los argentinos nos rascamos los huevos y vamos a pedir la Asignación Universal por Hijo"? Hay que estar muy cargado de veneno para decir algo tan imbécil, tan tosco, tan inhumano. Más suposiciones: en la clase media, tan elegante, tan trabajadora, tan generosa, no hay vagos, no hay maltratadores, no hay borrachos, no hay estafadores...
¡Ja!

martes, 11 de septiembre de 2012

FELIZ DÍA DEL TROESMA... DE LA TRAESMA ?¿

Feliz día, chicas, muchachos.
Sean felices... que lo demás no importa, dijo el gran troesma

viernes, 7 de septiembre de 2012

¡Te saco los ojos!

¡Noooo, yo te los saco a vos!
Y así estamos, los porteños, tan salvajes, tan tontuelos...
Y así nos va, y esos gobiernos elegimos, que nos hacen puré, picadillo, aserrín.
No aprendemos...
¿No aprendemos?

domingo, 12 de agosto de 2012

¡MOCHILAS DEL MUNDO, UNÍOS!


¡Mochilas del mundo, uníos!


Abandonad las espaldas de vuestros amos, puesto que ni siquiera recuerdan vuestra presencia.
Los que se quejan son los pobres desgraciados golpeados por vosotras, porque los portadores no conciben la presencia de otros seres, ni calculan que, con vosotras a cuestas, sus espaldas son más gruesas y dañinas.
Esto sucede todo el tiempo en los estrechos pasillos del transporte público.
Por supuesto, algunos de vuestros amos os bajan de sus espaldas, y os llevan colgadas junto a sus piernas mas... oh, inocentes bienintencionados, a cada sacudida del vehículo, os bamboleáis y golpeáis las piernas de los vecinos.
Si lo pensamos mejor, ¡abandonad a vuestros amos por completo! No sólo las espaldas sino todos ellos. Idos a vivir en libertad, a una isla soleada, sin vehículos a motor!
¡Libres, sin amos descerebrados!
¡Libres, al fin...!

Ana Silvia Mazía (ex diariera)

lunes, 30 de julio de 2012

LAMENTO


Lamento
  
Lamento el lamento.
Lo lamento.
¡No saben cuánto lo siento!
Me repercute en el cuerpo,
me contrae el esqueleto.
Me frunce la piel, los huesos,
me hace caer los dientes,
las uñas se resquebrajan.
Las cejas tocan el cielo
y se me eriza hasta el pelo
cuando escucho lamentar:
"¡Ay, ay, qué mal está todo!"
"¡Ay, cómo suben los precios!"
"¡Ay, como cunden los robos!"
"Ay, me maltrata, me engaña."
Así se quejan los necios,
Y también de este otro modo:
"Cómo sufro, cómo lloro,
como me siento de mal."
La vida es un vendaval
de sufrimientos y quejas.
No existe paz, no hay descanso
para las buenas personas.
Sean jóvenes o viejas,
no hay para el alma un remanso...
No saben lo que lamento
seguir oyendo estas cosas.
Porque el alma se me arruga
Me encantaría ser sorda
para no escuchar más llantos.
¡Una buena carcajada,
y queda el aire limpito!
Haceme caso, hermanito,
me lo enseñó la experiencia:
¡si te tomás muy en serio
te aseguro que vas frito!

Ana Silvia Mazía... lo lamenta

sábado, 21 de julio de 2012

¡LOCA!


¡Loca!


"¡Loca!", me dicen en el barrio.
¿Por qué?
Sólo porque saludo
al bello, añoso aguacate
que me invita al cielo.
Porque me río mucho,
sobre todo,
de mí.
Porque digo:
        gracias
        por favor
        y permiso.
Loca porque digo:
        Buen día
        Buenas tardes
        Buenas noches.

¡Ah, si supieran
        que escribo poemas!           

miércoles, 20 de junio de 2012

CARL SAGAN Y LOS LIBROS



("Robado" del muro de Susana Ruetinger)

¡Qué cosa asombrosa es un libro! Un objeto plano que se hace con un árbol, y tiene esas partes flexibles sobre las cuales están impresos un montón de garabatos raros. Pero nos basta con echarle una mirada y ya estamos dentro de la mente de otra persona, de alguien que, tal vez, ha muerto hace miles de años. A través de los milenios, un autor habla con claridad y sin ruido dentro de nuestra cabeza, se dirige a nosotros. Quizá, la escritura sea una de las más grandiosas invenciones humanas, capaz de unir a personas que jamás se conocieron, a ciudadanos de épocas distantes entre sí. Los libros rompen las ataduras del tiempo. Un libro es la prueba de que los humanos somos capaces de hacer magia.

Carl Sagan
Trad.:   A.S.M.

sábado, 16 de junio de 2012

ANÉCDOTAS DE UN TAXI DANCER III



Primera quincena de junio, post-cumpleaños, malaria. Sábado de otoño a esa hora imprecisa entre la tarde y la noche. Ha llovido y hay una humedad caldosa. Recibo un llamado de E., fundador de la gloriosa institución Taxi Dancer, en sociedad (y, parece, también en pareja; lo deduzco porque él le dice “suiti” -versión autóctona de Sweetie- por no decirle “cosita”) con R., la dama inglesa ya mencionada, que anda de viaje por los pagos de la Reina Madre.
E... (¿cuál será su apellido que, con su aspecto de morocho argentino, hace referencia a los colores de nuestros taxis -los de cuatro ruedas, no los de bailar-? Sí, sí, ése.) me dice que una señorita requiere mis servicios. De baile, se entiende. Que debo encontrarme con ella en el Social Rivadavia, un “bailable”de Floresta. Y a medianoche, hora de brujas si las hay...
Como él está ocupado, me da las indicaciones para ubicarla, reconocerla o vaya a saber qué. La Pasajera se llama X, es “bajita”,  comparte la mesa con una pareja ubicada debajo de un aire acondicionado a la derecha del salón y tiene el pelo rubio platinado al estilo de Luisa Albinoni ("actriz” pulposa cuyo único mérito fue un personaje que repetía siempre: llamar a la madre desde el teléfono público de una peluquería, decir “¡¡¡Hola Mamiiii!!!” y contar ingenuidades de doble sentido, con voz de pito).
Cuando entro al Bailable me doy cuenta de que: suena una cumbia de letra pegadiza y monótona; no me acuerdo debajo de cuál aire acondicionado estaba la cliente, y hay un montón de rubias platinadas que comparte mesa con una pareja. Y, para peor, unas cuantas miran con ansiedad, expectativa o lo que sea. Sí, ya sé: podría ser por mi aspecto de milonguero recio, juvenil y buen mozo, pero también porque están esperando al bailarín de alquiler. O sea, un servidor. Así que, con mi habitual viveza, mientras me pongo los zapatos en una silla cercana a la entrada pero alejada de la pista, carpeteo con discreción a todos los tríos ubicados del lado derecho de la pista entre el 1er y el 3er equipos de aire y logro restringir la búsqueda a dos o tres grupos. Por fin, como no me queda otra, con aire inocente me acerco a una mesa y pregunto; “Disculpe, ¿Ud. se llama X y contrató un taxi dancer?” Ella, la falsa Luisa Albinoni, contesta que sí, pero que tengo que sentarme a otra mesa porque el marido de su amiga no sabe que me contrató a mí y entonces... etcétera. Otra vez el viejo y conocido dèjá vu, la sensación surrealista de: “Qué estoy haciendo yo acá”.
Trabajar, eso estoy haciendo. Y en mi caso “trabajar” equivale a bailar. Así que bailamos.                                                                                      
Un par de tandas de tango, alguna que otra de vals, de milonga. Para mi alivio, la pista se mantiene bastante vacía, y no tengo que andar cuidando de no atropellar a -o ser atropellado por- otras parejas.
No, no baila demasiado mal, ése no sería el problema. El problema es que, en efecto, ES bajita, su pelo platinado y bastante armado queda a la altura de mi pobre ojo derecho, donde insiste en meterse, irritándomelo a más no poder.
Bueno, nadie dijo que ganarse el Cielo era tarea fácil...
Bailamos un poco más.
Por estar aislado en mi mesa puedo observar, cosa que suelo disfrutar mucho. Y observo que, como la Selección “del Diego” acaba de ganarle a Nigeria en el Mundial de Sudáfrica, hay clima de fiesta, para mí, un poquitín exagerado y, a la vez, familiero. Algunos llevan camisetas argentinas, y hay gorrobanderavincha. Vuvuzelas no, pero sí unas cornetitas bastante rompepelotas, Alá sea loado...
Raro, la pista se mantiene vacía mientras suenan tangos, valses y milongas. Hasta que vuelven a pasar cumbia: ahí sí, se llena a más no poder, y el clima mundialista y cornetero, se descontrola. Si le sumamos ese calor pegajoso de otoño trucho, la duración eterna de la tanda y que este humilde bailarín no soporta mucho la cumbia vernácula, podrán imaginar que el “Qué estoy haciendo yo acá” ya suena a sirena de trasatlántico...
Para completar la velada, entra a escena E., quien viene a traerme mis emolumentos y, por suerte, se pone a bailar con la dama. Así, les da un descanso a mis pies, mis lumbares y mi orgullo. Eso sí, antes me relata sus aventuras como migrante ilegal de México a los EE.UU., su paso por la prisión de Texas, las peleas a piñas con sus compañeros de celda (Juro que, de verdad, me dice: “No soy Van Damme pero me defiendo”. Posta). Y que -agarrensén- gracias a su viveza criolla y su ascendente sobre los antedichos, la gloriosa CIA (o algo así), le ofrece transformarse en agente interno para buchonear a futuros ilegales sudacas que quieran ir a ensuciar el patrio suelo norteamericano. POSTA-POSTA.
Cierre apoteótico para mi sábado de otoño. A casita a cortarme las venas con un sahumerio de pachuli…                                                                
 

viernes, 8 de junio de 2012

¡CHOCHA DE LA VIDA!

¡Estoy chocha, estoy!
Aquí, en nuestra amada Buenos Aires, todo es paz, armonía, afecto, buena disposición. Todos nos saludamos con una sonrisa. Nos dejamos pasar, nos ayudamos. Nos pedimos permiso. Nos ponemos de acuerdo... ¡No, para joder a otro, nooooo!
No creemos que pensar duela. No, no duele pensar.
Por eso estoy chocha... como la gallinita.

domingo, 13 de mayo de 2012

LA VIUDA TRISTE



La viuda triste
 To my dear Anonymous
Está muy triste, la viuda,
se siente una retardada
por confiar en ese gil,
por amar a un  mentiroso,
saltarín de cama en cama,
que juraba que la amaba
¡y lo juraba a otras mil!
¡Vaya pelandrún tramposo!,
la viuda se lamentaba,
creyéndose una tarada,
única mina atrapada
en las redes de ese vil.
Triste, la viuda lloraba
hasta que dio con su amiga
le contó toda la historia
y se llevó una sorpresa
al ver que la susodicha
se reía sin cesar.
¿De qué te reís, maldita?
¿No ves que mi alma grita
de bronca, de pena y furia?
Me río de tu inocencia,
¡pedazo de salamina!
Porque a nosotras, las minas,
más nos vale estar alerta,
no andar con la boca abierta
babeándonos por un macho.
Porque todos con su ciencia
nos llenan de amor la oreja,
pero, seguro, nos dejan
por otro cu...erpo más firme.
Y te advierto, antes de irme,
que no los tomes en serio,
que no les pidas constancia.
Que los disfrutes y sigas
sin darles mucha importancia.
La viuda quedó pensando
en lo dicho por su amiga
y llegó a la conclusión
de que lo dicho era cierto:
¡cuando una llega a los cien
no hay que esperar casamiento!

sábado, 5 de mayo de 2012

¡VUELVEN LAS ANÉCDOTAS DE TAXI DANCER!

O... "Todo queda en familia"



Anécdotas de Un Taxi Dancer I
                                                                            
Imagínense la escena: baño de milonga bastante conocida. La milonga aún está cerrada. Uno entra, educadamente levanta la tabla, enciende la luz y, en ese momento, una rata del tamaño de un gato de tres meses, tan sobresaltada como uno mismo, deja lo que sea que estaba haciendo y sale disparada por entre las piernas de uno, que no sabe qué hacer primero: si gritar, patearla o guardar lo que tiene entre manos, por así decir. Segundos después, mientras uno, aún con taquicardia, intenta terminar lo que había empezado, la rata decide que dentro del baño está mejor (o quiere dar un último saludo, quién sabe), volviendo a sobresaltarlo a uno, que ya no sabe cómo calmar el cuore. Finalmente, el cuadrúpedo decide salir de escena, no sin antes dar unos graciosos saltitos al costado del inodoro en un insoportable alarde de agilidad. Y uno, que sale salpicado y con las pulsaciones a mil, pero con su  mejor cara de póker, tratando de mantener la imagen de recio milonguero.
No se gana para sustos...


Anécdotas de Un Taxi Dancer II

Día de semana, alrededor de las once de la noche, puerta de la centenaria Confitería Ideal, a la espera de que llegue R., la dama inglesa que hace de intermediaria entre las clientas/pasajeras y los taxi dancers.
Como siempre desde que empecé con esto, me pregunto cómo será la que me toque en gracia. Sé, por lo que ella me adelantó por teléfono, que son dos señoras "mayores", norteamericanas. Cuando por fin llega, nos presenta: mi compañero de yugo es un sesentón bronceado ex profe de tae kwon do. Las dos damas en cuestión SON, sin duda, norteamericanas -de Carolina del Norte o Virginia del Sur, o al revés, y definitivamente "mayores", pero, eso sí, vestidas como jóvenes milongueras cool y con muchas cirugías estéticas.
R., antes de presentarnos, cobrarles, pagarnos e irse alegremente, me avisa algo que me hace correr un sudor frío por la espalda: las señoras tienen una energía un poco, digamos, depresiva.
Mm... Ajá.
Entramos, nos sentamos, conversamos... poco, porque no hay de qué y además el acento es un poco pastoso y, finalmente, bailamos. Eeh, no, buenas bailarinas no son, lindas tampoco y jóvenes menos, aunque habrán sido ambas cosas alguna vez. No, tampoco es el mejor baile de mi vida pero... en fin, para eso estamos.
Pasa, lento, el tiempo y mi sentimiento original de patetismo, ese que genera el tristemente famoso "qué hace un muchacho como yo en un lugar como éste", combinado con un toque de pena, se transforma en alarma cuando descubro que "la que me toca en gracia" acaba de dejar el agua y le empieza a entrar al vino. Entonces, suceden dos cosas: una, que su equilibrio, ya de por sí precario, se torna INESTABLE GRADO III, y dos, que empieza a ponerse, eh... un poquitín coqueta, y mi alarma se vuelve pánico y ganas de que las tres horas se terminen YA.
Último tango de la última tanda, de los últimos quince minutos previos a la ansiada libertad, la luz al final del túnel. Esquina derecha de la pista, cerquita del escenario y hasta de la mesa donde estamos sentados los cuatro, como para que ni siquiera tenga que molestarse en caminar demasiado, cambiarse los zapatitos y a casita... o al hotel, qué sé yo.
Los acontecimientos se precipitan -nunca mejor dicho- y, parafraseando a Murphy, lo que tiene que pasar, pasa:
El alcohol, la hora, la edad, el cansancio, alguna silla traicionera, lo cierto es que algo no está funcionando bien porque de pronto la vertical se transforma en diagonal descendente, se oye un "¡Ayayayay!" en inglés, que suena bastante parecido y. al piso. Entiéndanme bien: no es una simple caída, es un derrumbe, o más bien un hundimiento, tal como de debe haberse hundido el HMS Titanic hace casi cien años, arrastrando a un humilde servidor a los abismos de la ignominia y la humillación. Por módica suerte, tal vez por la ubicación relativa en la pista, parece que no demasiada gente se da cuenta del accidente, al menos por las caras de "perro que tiró la olla", o de "perro que está siendo sodomizado por otro perro", no sé si alguna vez se fijaron. Sólo aparecen un par de personas para ayudarme a levantar el muerto, con perdón por la comparación. Una vez recuperada la vertical, la venerable señora se apura a farfullar "I'm fine, I'm fine", lo cual en castizo quiere decir:
"Estoy bien, y no gracias a vos, pedazo de bestia, abusador de señoras en desgracia, sádico, mal tipo y mal bailarín...". 
Bueno, eso es lo que yo me imagino, pero parece que no, porque unos días después las damas deciden que quieren volver a bailar con nosotros, o sea el sesentón bronceado, ex émulo del Karate (Old) Kid Daniel San, y el purrete castigador.
Mirá vos.
Los caminos del Señor son insondables...

dice Marcelo Alejandro Mazía
(lee  A.S.M.)

lunes, 30 de abril de 2012

TE DIGO


Te digo
Gracias, Tita
 
El bacán y la pebeta
me dicen que no me meta.
Que los deje de embromar,
que ellos, solitos, se arreglan.
Que me meta en mis asuntos,
que aprenda a disimular.
¡Yo les juro que no puedo,
que se me escapa la fiera
y pronto voy a explotar!
Si no me creen, pregunten
de mi fama por el barrio:
paren a cualquier otario
de los que andan por ahí,
y les dirá que: "esta percanta
no se anda con chiquitas.
Si quiere gritar, ella grita
para cuidar su lugar".
La fama de intelectual
no se me importa ni un cacho.
No sigo la moda actual.
Y te digo, belinún,
que, por mí, no des más vueltas:
me gusta un garabo pierna,
y me aburre la onda cool.

domingo, 29 de abril de 2012

COSAS BONITAS

Sí, veo cosas bonitas en mí y en muchas otras personas: amistad, amor, solidaridad, generosidad, risa...
Ayer me tocaba contar las cosas feas que veo. Y lo lindo es, precisamente, ver las cosas feas y denunciarlas, para que dejen de ser.
Mi alma me pedía eso. Porque tengo alma. Y a veces está luminosa y otras veces, oscura.
Siempre vuelve a salir el sol.
Siempre.

¡JUSTAMENTE, JACKIE!

No tan confundida, mi  cielo: 
¡era justo esa conclusión la que yo quería suscitar!
No lo dije expresamente porque confío en la inteligencia de las personas que visitan mi blog y dejan sus comentarios, cosa que me hace MUY FELIZ.

BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS

¡Ufa... qué fastidiosa esta moda... y este modo, esta obligación y este obligaciono de poner todo con su correspondiente sexxxo!
Bueno, invito a espacio para decir, opinar, rezongar, sublimar, reír.
Y yo emito, me permito, (poeta al fin) una reflexión:
Vamos, algunas, a hacer terapia para paliar, rectificar, reparar el daño hecho a nuestras frágiles almas por nuestros mal preparados padres y nuestras mal preparadas madres. ¿Y quién los malpreparó? ¿La vida, sus propios viejos?
¿Quién o qué nos deja las marcas? Una conjetura:


ESTA SOCIEDAD ENFERMA Y ENFERMANTE
Esta cultura "occidental y cristiana"
                    escondedora
                    hipócrita
                    mentirosa
                    estúpida
                    dañina
¿Y quién forma, constituye, sostiene esta sociedad?


¿EEEHHH?
         

sábado, 14 de abril de 2012

DOS ADIOSES

Adiós, Adolfo Zutel, hasta siempre.

Adiós, Aníbal Sciorra, hasta siempre.

viernes, 13 de abril de 2012

RAMA QUEBRADA

¿Me saldrá otra rama nueva?
¿O la vieja y querida rama se restaurará?
Y volverán a posarse los pájaros.

domingo, 8 de abril de 2012

¿FELIZ? ¿PASCUA? ¿SAMEAJ PEISAJ?

Y... qué sé yo.
Lo que cada uno elija, en estos tiempos de amor, paz y solidaridad...

viernes, 23 de marzo de 2012

ASOMBRO

Me asombra la acumulación de obviedades. La repetición de obviedades muy obvias, valga la repetición.
Me asombra nuestra mutua brusquedad.
Me asombra nuestro mutuo maltrato.
Y, por sobre todas las cosas, ¿saben qué es lo que más me asombra?

¡Mi asombro!

miércoles, 21 de marzo de 2012

LES HABLA LA MANIRROTA

¡Ojalá tuviera fortuna para repartir a manos llenas!
Por ahora, estoy juntando paciencia para bancarme mi mano enyesada y mi resfrío de cambio de estación. Muy poético lo mío...

domingo, 26 de febrero de 2012

LAS SILLAS

Pequeño poema:

Las Sillas

De espaldas, las sillas esperan
sujetas al piso
rígidas quietas.
Ya vendrán a ocuparlas los que esperan
Para no morir.


Ana Silvia Mazía

sábado, 25 de febrero de 2012

ABATIMIENTO: ¡FUERA!

Bronca, pena, dolor.
Pérdidas para siempre.
Además de los 51 hermanos que murieron porque un puñadito de turros quiso sólo asegurarse más y más ganancias, está perdiéndose la confianza.
¡Por favor, la necesitamos!

martes, 21 de febrero de 2012

ALEGRÍA OBLIGATORIA


¡Eh, eh, eh! ¡Carnaval! Apretá el pomo...


¿Qué clase de alegría es la obligatoria?


¿Eh?

jueves, 26 de enero de 2012

MAMUSHKAS por Susana Ruettinger


MAMUSHKAS

Hace veintiún años estabas en mi panza, y ahora vas a ser mamá.
Estás espléndida. Mis embarazos también fueron hermosos.
Estuve tan activa como vos. En el tuyo, obstinada en terminar de acondicionar la casa donde ibas a vivir, y yendo al trabajo hasta la última semana, para poder estar más tiempo con vos después.
Naciste por vía natural, a las 3,30 de la tarde, luego de una noche de trabajo de parto, apacible en casa: con luces rojas, y relojes que tu papá miraba para marcar los espacios entre las contracciones, y durmiendo algo en los intermedios.
Treinta y cuatro años antes de tu llegada, nacía yo, no en un hospital, sino en casa de la partera.
Mi mamá, Luisa, decía que ¡yo no nacía!. Entonces le agarró sueño.
Cuando la partera le dijo que había llegado la hora de pujar, ella decía que quería dormir. Pero cuando llegó de verdad mi momento, se despertó… y nací.
Pero mi mamá no tenía nada de dormida: supo enfrentar al padre cuando quiso estudiar, y también lo enfrentó cuando debió luchar por el amor de su vida: tu abuelo Arturo.
Ochenta y cinco años antes, mi abuela Josefa, en un parto difícil, daba a luz a mi mamá, en Cuba.
Una tierra hermosa, pero con mucho calor. Por eso volvieron a España, su tierra natal, cuando mi mamá tenía ocho meses.
Siete años después subieron a un barco, para hacerse la América, en Argentina.
Mi abuela Josefa era una mujer muy sufrida, como si en algún tramo del camino hubiese perdido algunas ilusiones, y su alegría.
Su mamá, Camila, la llevó de chica a vivir con sus abuelos porque, según decía, los abuelos eran viejos y necesitaban ayuda.
Mi abuela paterna Ana, por lo contrario, era la imagen de la alegría, y mantuvo el buen humor, hasta el final de sus días pese a que la vida tampoco le fue muy propicia en varias ocasiones.
Tu abuela paterna, Olinda, también vivió momentos duros, de pérdidas y decepciones. Sin embargo, Siempre ha sido su meta satisfacer nuestros deseos. A veces, aún antes de que los enunciaramos.
El día que iban sus nietos, se disponía a dejar todas sus cosas para atenderlos.
Además, prepara las milanesas y los matahambres más ricos de la tierra.
Este es el linaje de mujeres que te precedieron.
Mujeres que, junto a sus hombres, persistieron en sus deseos, generación tras generación. Mujeres que vieron partir a sus hijos, que partieron ellas a tierras lejanas, que se despertaron cuando debieron luchar por lo que querían, que supieron vivir con alegría pese a todo, que se desvivieron por darles a los suyos todo lo que podían, o que sin tanto heroísmo, con el solo don de la perseverancia fueron logrando cosas en la vida, aunque la constancia se transformara, a veces, en obsesión.
Como las mamushkas, se fueron abriendo, librando a la vida, su legado interior.
Vos heredaste parte de la fuerza de esas mujeres: no en vano te pusimos Carla, que significa “Mujer fuerte”.
Ahora una nueva generación se está gestando dentro de vos, y te tocará abrirte también, como una mamushka por la senda infinita de la trascendencia.




Susana Ruettinger 11-11


Próxima edición: Papushkos

jueves, 12 de enero de 2012

Quisiera ser un pez...

Con el permiso de Juan Luis Guerra, ¡quisiera ser un pez! Quisiera ser un pez para no preocuparme por la misciadura. Para no pensar en lo que me arañan de mi magro ingreso de jubilada el banco, la "ciudad", y mi propia estupidez, digna de un pez... valga la rima. Quisiera ser un pez para no indignarme ante el profundo salvajismo de los humanos. Al menos, de buena parte de los humanos. Quisiera ser un pez para ignorar la existencia de las billeteras. Para no imaginarme que han reemplazado a los garrotes, a las armas, a las jaulas. Quisiera ser un pez para no saber leer. Entonces, no tendría que padecer las notas periodísticas "detergentes", que los cerebros vagos se dejan aplicar. Ah, pero eso sí: quisiera ser un pez capaz de reconocer la carnada en cuanto la vea...
Pero no soy un pez.
Soy Ana Silvia y vivo en Villa Crespo... en tierra firme, digamos.

lunes, 9 de enero de 2012

UN POEMA

Confesión

Cuerpo campesino
alma de nube.
A veces, negra
a veces, gris.
Una estrella,
una luna amarilla
un campo celeste
violeta
fragante.
Hay un grito
encerrado
en la nube.
Hay amor y miedo
manchas pardas
sobre el celeste.
Trechos sin color
grietas.
Y también puentes
de risa
de música
de amor sin miedo.
Hay morrales
cargados
de nada
y racimos de verdad.
Verdad en racimos.
Confiesa:
necesita los racimos
para vivir.


Ana Silvia Mazía



sábado, 7 de enero de 2012

martes, 3 de enero de 2012

¡Visitas desde Turquía!

¿Qué tal?
Nada de Avellaneda, Villa Mitre, Barracas. No, señoras y señores: TURQUÍA.

domingo, 1 de enero de 2012

PAPARRUCHAS 2012

¡Bienvenidas sean las Nuevas Paparruchas!
Inauguramos esta sección que, espero, tenga muchos y muy valiosos aportes.