domingo, 13 de mayo de 2012

LA VIUDA TRISTE



La viuda triste
 To my dear Anonymous
Está muy triste, la viuda,
se siente una retardada
por confiar en ese gil,
por amar a un  mentiroso,
saltarín de cama en cama,
que juraba que la amaba
¡y lo juraba a otras mil!
¡Vaya pelandrún tramposo!,
la viuda se lamentaba,
creyéndose una tarada,
única mina atrapada
en las redes de ese vil.
Triste, la viuda lloraba
hasta que dio con su amiga
le contó toda la historia
y se llevó una sorpresa
al ver que la susodicha
se reía sin cesar.
¿De qué te reís, maldita?
¿No ves que mi alma grita
de bronca, de pena y furia?
Me río de tu inocencia,
¡pedazo de salamina!
Porque a nosotras, las minas,
más nos vale estar alerta,
no andar con la boca abierta
babeándonos por un macho.
Porque todos con su ciencia
nos llenan de amor la oreja,
pero, seguro, nos dejan
por otro cu...erpo más firme.
Y te advierto, antes de irme,
que no los tomes en serio,
que no les pidas constancia.
Que los disfrutes y sigas
sin darles mucha importancia.
La viuda quedó pensando
en lo dicho por su amiga
y llegó a la conclusión
de que lo dicho era cierto:
¡cuando una llega a los cien
no hay que esperar casamiento!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno!

Anonimo

Anónimo dijo...

Che,,,,que pase la receta, no hay que ser tan mezquina!!! (vio amiga que estoy logrando, pasar mis mensajitos)