sábado, 13 de octubre de 2012

ALMAS EN REMOJO


Almas en remojo

 
Pongamos las almas en remojo.

Como las barbas... pero duele más.

¿Te odio... o me odio?

¿O...?

¡Sí...! Es miedo.

Miedo.

Puro miedo.

De que me saques

de que me hieras

de que te acerques.

Por eso te odio:

porque te temo.

¿Y si te amo,

me amo?

A ver...