lunes, 25 de mayo de 2015

¡Hola, Diario querido, tanto tiempo...!

Feisbuk me tomó de las pestañas y no me largaba.
Perdoname por haberte dejado solo tanto tiempo.

Ahora, a lo mejor, podemos encontrarnos más a menudo. No digo todos los días, pero... un par de veces en la semana, ¿eh?

Diario: necesito un masaje en el corazón. ¡Dale, no seas así!
Bueno, está bien.

sábado, 27 de diciembre de 2014

... Y el chancho chifló


... Y el chancho chifló

 
¿Por qué?

No se sabía. La cosa fue que chifló.

Todos los animales de la granja y alrededores suspendieron lo que estaban haciendo: comer, gruñir, pelear, reproducirse, y aguzaron el oído.

¡Nunca habían oído nada semejante! No sabían qué era ése extraño sonido.

La mayoría se asustó. Los humanos se asustaron del susto de ellos. Prestaron atención: tampoco reconocían ese sonido.

Como de costumbre, fue la lechuza la que lo nombró:

—Chiflido de chancho ha de ser.

Pero no todos entendían el lenguaje lechucístico. Así y todo, fue corriéndose la voz.

—¡Parece que chifló el chancho! —gorjeó el gorrión.

—¿Ah, sí? —se extrañó el topo.

—¿Chifló? ¿El chancho? —cacareó el gallo.

Y las gallinas le hicieron coro.

Luego los patos, las vacas, los burros.

Los humanos. Hombres, mujeres, niños, niñas.

—¿Qué es eso? —preguntaban.

Claro: no entendían el gorjeo, los rebuznos, los mugidos ni los cacareos.

Hasta que, a la más chica, se le ocurrió acercarse al chiquero. Y exclamó:

—¡Eras vos, Peter! —ella les ponía nombres a todos—. ¿Qué te pasó?

El nombrado Peter seguía chiflando, y su chiflido era cada vez más fuerte, más agudo. La chica observó con cuidado el chiquero, y entonces entendió. Vio que del pozo donde les ponían la comida a los chanchos subía humo y vapor. ¡Esa costumbre de mamá de echar las sobras tan calientes!

¡Lógico! El pobre Peter se había tentado. Había engullido unos bocados de locro hirviendo y se había quemado el hocico. Tanto, que se le había contraído hasta parecer la trompa de un pecarí... No, el pico de un ñandú. Cuando se quejó de dolor, le salió un... chiflido.

Y... si bien es difícil que el chancho chifle, ¡no es del todo imposible!
 
 
* * * * * *
 
 
 
 
¿Les gusta como modestísimo regalo de fin de año?
 
¡Espero que sí!
 
 

 

SE DETUVIERON


Si leemos o escuchamos eso, pensamos en cosas o seres móviles, que iban andando y dejaron de hacerlo. ¿No?
Si, en cambio, nos dicen o escriben: "Se detuvieron a siete sospechosos", no se entiende bien. ¿Quién detuvo a quién? El sujeto, el que detiene, sería "Se", que no es plural, evidente.
Entonces, amigas, amigos, a ver qué tal les suena: "Se detuvo a siete sospechosos". ¿No es fino? Y concordante, sobre todo.

domingo, 5 de octubre de 2014

DOS POEMAS


Abrir

 
Abrime los brazos

vida

que me arrojo.

No.

Antes, miro hasta el fondo.

Quiero estar segura

de que no haya

            clavos

            vidrios rotos

            tizones encendidos

            flechas venenosas

            con las puntas hacia arriba

            lechos de falsas plumas

            chirridos

            bobadas

            cabezas que hagan "No"

            corazones con la boca abierta

                        llena de dientes.

Amor, paz, risa

nenes, nenas:

veo.

¡Esperame ahí abajo!
 
 
                                                               * * *
 
Pantalla
 
No tenés ojos
            ni boca
            ni brazos
            ni piernas,
            pantalla.
Tampoco tenés voz...
                        ¿o sí?
¡Fría! ¡Plana!
¿Todo tengo que ponerlo yo,
                        pantalla?
La bronca
las ganas
la morriña
elamor...
¿Todo yo?
 
Vos, pantalla,ahí,
impávida, incólume, inconmovible.
Quieta, fría...
¿Y si te puteo?
¡No, no, esperá...
            no te vayas!
¡Que me quedo sola
                        del todo,
                        pantalla!
 
  

domingo, 20 de abril de 2014

YA NO SOY DIARIERA, PERO...

... CUÁNTO ME GUSTÓ SERLO!


Ahora, agarraría de las orejas a todos los que pasan indiferentes por acá. O por allá, por feisbuk. Y por la calle, y por la vida.
¿No era que la patria era el OTRO? ¿Eh?
¿Por qué nos cuesta tanto comunicarnos, mirarnos, escucharnos?
También para eso me servía ser DIARIERA.


ABRAZOS a todas las visitas y gracias por sus encantadores comentarios.

viernes, 21 de marzo de 2014

¡CALMA, OTOÑO, CALMA!

Sí: ya sabemos que sos bello, temperamental, dorado, caprichoso.

Pero... ¡no exageres! Esta madrugada, tiraste las puertas abajo, las ventanas, nos empapaste, y ahora... tan soleado.

Te queremos, Otoño, te queremos.




Y, además, traés de la mano a la POESÍA.

martes, 11 de marzo de 2014

¿VEJEZ = SUFRIMIENTO?

 ¿Nunca te sentiste como una bomba a punto de explotar?

¡Y el detonador sos vos!

Bah... yo. Yo, que pretendo ser Dios. Diosa, digamos.
Resolver TODO. Y todo al mismo tiempo. Y todo sin errores. Y sin consecuencias molestas, incómodas, irritantes.
Yo, Ana.
Hija de esa mujer, que bien jode. Que bien envejece, y se hace cada vez mejor manipuladora como, al parecer, sucede casi siempre.
Manipula la culpa, monopoliza el escenario de la vida. Todo para ella.
Y nosotros, sus dos hijos "restantes", pendientes, pendientes, pendientes.
Con miedo, con bronca, con vergüenza, con una sensación permanente de insuficiencia, de inferioridad, de inutilidad...

No puedo decir que haya demasiadas sorpresas. Mi teoría es que se envejece y se  muere parecido a como se vivió.

¿Y una sorpresa grata, qué tal, Vida?

También es evidente que el "cuidado" de los viejos es un negocio. Que hay mucho turro que saca sus buenos mangos en albergues que parecen bazares con potiches a los que les pasan el plumero. O viveros con plantitas que se riegan todos los días. Así sí se hacen cargo de los ancianos. Si molestan, ¡fuera!

¿Y por qué? ¡Porque nuestra insigne cultura "occidental y cristiana" (por no decir capitalista a ultranza) no tiene resuelto el tema de la vejez. O no le importa. Es como en "The Wall", cuando los pibes caían por el embudo.
¿Envejecés, no producís, no consumis? ¡Al tacho! Pero si, antes del tacho, podés rendir unos mangos, ahí te ponemos. Quietito, quietita.

¿No sería hora, digo yo, de empezar una movida que modifique, que humanice, que le saque un jugo más sano y rico a la vejez? Como muchos pueblos originarios, que aprovechan la sabiduría de los viejos, no sus deficiencias seniles.