Sí: ya sabemos que sos bello, temperamental, dorado, caprichoso.
Pero... ¡no exageres! Esta madrugada, tiraste las puertas abajo, las ventanas, nos empapaste, y ahora... tan soleado.
Te queremos, Otoño, te queremos.
Y, además, traés de la mano a la POESÍA.
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