lunes, 30 de noviembre de 2009

Minicuento de Mario Capasso

El hombre

El hombre, que parecía satisfecho, caminaba por Plaza de Mayo y entonces la vio y se agachó a agarrar la esquirla.
Al rato, mientras esperaba en una esquina para cruzar la calle, comenzó a silbar un tango y a sangrar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente Mario!