sábado, 18 de enero de 2014

EL MUNDO ARDE

Y nosotros lo hemos incendiado.
Nosotros, los humanos. Tan arrogantes, tan estúpidos.
Dan ganas de preguntarse para qué hemos traído hijos, hijas. Para qué hemos sembrado casas, adoquines, piedras.
Autos, autos, autos, autossss... A ver quién llega más rápido.
Mientras tanto, el incendio sigue. Las llamas, tenaces y silenciosas, nos queman con nieve, nos quitan el aliento, nos azotan.

¿Quién quedará para soplar las cenizas?

No hay comentarios: