El resuello de la bestia - Cuento

Autor:

José María del Rey y Morató

(Montevideo – Uruguay)

–Vení, vamos, es urgente.

Así dejamos el campamento de la Laguna Negra en el departamento de Rocha, en el Este de Uruguay.

Corremos. Oigo el ruido del helicóptero.

–Ahora vas a ver. ¿Subiste alguna vez a un helicóptero?

–No.

Antes que toda otra explicación –y ya me debe más de una- subimos, la nave asciende, y yo me siento en el aire: el helicóptero no me da ninguna seguridad.

–Apareció algo… Sabían del campamento, el GPS, vos sabés cómo son las cosas: órdenes. "Usted vaya", y uno va. Voy, miro e informo. Espero que valga la pena.

«Es un campo del otro lado de la laguna, para el Este. Terreno llano, va a ser fácil encontrarlo, me dieron las coordenadas, me parece que el otro día pasé cerca del sitio: creo que está entre dos cerritos, unas lomas, lo puedo ubicar de lejos».

Me explica que es un Bell 206A Jet Ranger con dos palas en el rotor principal: «son las que hacen ese ruido». Caben cinco personas, y somos cuatro, con el piloto y el navegante. «Una maravilla, no sabés lo que es volar en esta máquina, sos un privilegiado, sólo la Fuerza Área tiene. Son para misiones como estas, ya vas a ver».

–¿No te da miedo volar en esta cosa? ¡Te quiero ver si se para el rotor aquí arriba en el medio de la laguna…!

–No.¿Por qué?

–Bueno, está bien, pero decime, ¿qué cosa tan urgente puede haber aquí, en la Laguna Negra? En pleno verano, de vacaciones, en un campamento, ¡que jorobar!

–Es algo reservado, totalmente secreto. Te hubieras quedado.

–Si hubiera sabido… me sacaste como chicharra de un ala. Contame un poco.

–No. No puedo. Boquita cerrada. Te llevas el secreto a la tumba.

–Señor, allí adelante, a las 02:00, trescientos metros. Atención, base: avistamiento, cambio.

–Sobrevuele alrededor, en el sentido horario. Suprima saludo. Informe.

–Atención, base, sobrevuelo alrededor en el sentido de las agujas del reloj, cambio.

–Bájeme contra el viento. Aterrice a cien metros. Informe. Ahorre palabras.

–Base: aterrizo.

–Espere aquí. Silencio de radio.

Caminamos contra el viento, los ojos bien abiertos, atentos a

BUUUUUUUAAAAAAAAAAARRRRRGGGG

–¡Arriba!¡Nos vamos! Informe a la base. Mantiene secreto. Sólo los detalles.

–¡Sí, señor! Atención, base: recibí órdenes, modo emergencia, prioridad uno evacuamos en menos que canta un gallo elevo aeronave sin bajas y paso a informar. Oficial a cargo y ene-ene civil caminaron contra el viento unos cincuenta metros línea recta hacia el punto y a las primeras de cambio, corrieron con viento a favor a la nave como alma que lleva el diablo.

«¡Mamita querida!», gritaban.

Cambio y fuera.