"La hora sin sombra", Osvaldo Soriano

"Las campanas de la catedral me sacaron del letargo y decidí volver a descansar al hotel. No sólo la novela había desaparecido en el incendio; también los libros y las pastillas para dormir; decenas de cajas de Rohypnol que me procuraba con recetas falsas. El insomnio también tiene sus pesadillas, puertas que se abren sin que nadie entre y yo ahí en un sillón de ruedas, más viejo que el mundo, esperando que alguien venga a revelarme la verdad..."

¿Dónde estará la estrella azul?

Cha que lo tiró...
Soñé algo hermoso, azul, y no puedo acordarme qué era.
¿Una oveja azul?
¿Una nube azul?
¿Un corazón vivo, azul?
¿Un amor azul?

Ay, non mi ricordo...

PROHIBIDO

Prohibido

Pensar

Profundizar
Renovar
Imaginar
Desmenuzar
Roer.
Permitido llorar
            lamentarse
            suspirar
            gemir
¡pero sólo de 2 a 5
de la madrugada!
Queda terminantemente prohibido
-bajo pena de escarnio
y hasta de exilio-
reír.
¿Está claro?

LA DIARIERA SE CONFIESA

¿No les pasa que hay días en que les gustaría mandar a TODO el mundo a la mierda, con un par de excepciones?

¡A mí, sí!

Hoy.


(Se admiten puteadas solidarias)

¿CAMPANAS, CAÑONAZOS, GRITOS?

Se oyen muchos sonidos, estallidos, estridores...
Asusta un poco, sí, pero también alienta.
Hasta hace poco, andábamos con el dedo en los labios, nos mirábamos de reojo, hacíamos: "¡Shhh!"
Ya no.
Hasta parecería que nos hemos olvidado un poco de cómo hablar. De cómo dialogar, de cómo hacernos ricos de ideas, de imágenes, de palabas, de bromas, de risas, de abrazos.

Y... bueno, ¡será cuestión de volver a aprender!

¿No?