martes, 30 de junio de 2009

DENTADURA


Anécdota real (me reservo los nombres reales).

La abuela Rut dejó su dentadura postiza en una bolsita de polietileno, y la bolsita... por ahí. Le molestaba y, además, era muy afecta a las bolsitas de polietileno.
Recibió la visita de uno de sus nietos, con su respectiva mujer y su hijita bebé (las dos, de él, del nieto). Charlaron, matearon, y luego se despidieron cariñosamente. Antes, claro, recogieron sus bártulos. ¡Imagínense, con una bebita, hay muchas cosas que llevar y traer!
Más tarde, la abuela Rut no encontraba su dentadura. Drama.
Se lo contó a su hija, y la hija se condolió. Al par de días, la hija se alegró porque la vio luciendo, otra vez, su dentadura.
-¿Viste? -fue todo lo que dijo Rut.
Hijo de Rut, hermano de hija, va a visitar a ésta y le cuenta:
-Sobrino nuestro (el padre de la bebita) se había llevado la dentadura de mamá en una bolsita, creyéndolo un adminículo de la nena. Entonces, cuando vio lo que era, fue a devolvérsela a mamá.

¿Alguien puede jactarse de una anécdota parecida?
Vamos, vamos...


A.S.M.

1 comentario:

Anónimo dijo...

parecida, no...pero una vez me olvide a una novia en el supermercado... cuando termine de hacer las compras, pase por caja y no me acorde que habia ido acompaniado....

esta en los genes -

Un nieto de Rut