¡Eh,
basta de martillazos!
Están
destruyéndome las ideas, las ganas, el ánimo, la risa, los proyectos.
A mí,
a vos, a él, a ellos...
Duele.
Aturde.
Esos
martillos son muy grandes, muy fuertes, muy pesados. Demuelen, pulverizan. Y no
cesan de golpear. ¿Sentís cómo "trema la terra"?
A
propósito, ¿quién los manipula?
1 comentario:
Los manipulan carpinteros de la ignorancia. Un nuevo saludo.
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