Y yo quiero quedarme con tu nube rosada. Bañarme sumirme beberte pintarme. Pero no, es imposible. Seguís rosado impertérrito. Fresco. Bello a más no poder y con ese airecito a frágil. Esa actitud de mirameynometoques. Y sos fuerte como un león rosado. Como un huracán. Sos muchos. Una majada una manada una jauría rosada que me devora los ojos y el alma.
... ¿o un palomo? Construía su nido en una cornisa, en pleno barrio de Buenos Aires, y me dejó ahí, quieta, parada, maravillada. No era muy experto en nidos, este palomo. Pero era tan lindo... Su torpeza, sus giros de cabeza para ver qué era eso que estaba ahí abajo, a un costado, viendo cómo él armaba su casa. A veces, también hay magia en pleno barrio.